el desasosiego del ojo de los ciegos
o de quienes quedarán ciegos el día después
aunque no lo sepan
las lámparas que ya no les darán luz
la luz de las estrellas que culminará su viaje
en la nada de los ojos que ya no las ven
uniendo los puntos forman un recamo
de fina seda invisible de arañas
que sólo los ojos ciegos ven
formando infinitos mapas de oscuridad
trenzada con el mar en la memoria
en la canción del desasosiego
un acorde trae miles de voces desterradas
miles de voces sumergidas
en el hambre de la tierra
en el hambre de la muerte
son muchos más los muertos que los vivos
son muchos más los dormidos que los despiertos
son muchos más los sordos y los mudos
por eso están sumergidos los ahogados
(extraído de mapas del ojo)
(Héctor Ranea Sandoval)
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